Como coach de salud y nutrición integral y fundadora de Root & Renew, creo firmemente en el poder transformador de las rutinas matutinas. Mi filosofía se centra en la idea de que la forma en que comenzamos el día influye profundamente en cada momento que sigue. Encarno esta creencia a través de una rutina meticulosamente elaborada que es a la vez holística y rejuvenecedora.
Mi día comienza al amanecer, a las 5 de la mañana, abrazando el sol de la mañana. Esta práctica no es solo un hábito para mí; es un ritual que me alinea con los ritmos naturales de la tierra, fomentando una conexión profunda con la naturaleza. La suave calidez y la luz del sol de la mañana no son solo sensaciones físicas para mí, sino que simbolizan nuevos comienzos y la promesa de un nuevo comienzo. Esta exposición a la luz natural juega un papel crucial en la regulación de mis ritmos circadianos, mejorando así la calidad de mi sueño y mi vitalidad general.
La vigorizante práctica de sumergirme en agua fría es otro pilar de mi rutina matutina. No es solo un acto de resistencia física, sino una elección deliberada de vigorizar mi cuerpo y agudizar mi mente. El impacto del agua fría sirve como metáfora física de los desafíos del día, preparándome para enfrentarlos con resiliencia y claridad. Este baño frío es un testimonio de mi compromiso de superar los límites y salir de mi zona de confort, tanto literal como metafóricamente.
Mi rutina matutina se basa en un enfoque profundamente integrador que combina el bienestar físico con la preparación mental y emocional. Cada elemento de mi rutina, desde la contemplación del sol hasta la terapia de frío, es una elección deliberada destinada a optimizar mi salud y establecer un tono positivo para el día. Este enfoque integral y consciente del comienzo del día me convierte no solo en una coach de salud, sino en una verdadera personificación de los principios que enseño en Root & Renew.
Enjuagar e hidratar
Mi día comienza en perfecta sintonía con las intenciones que establezco para lo que está por venir. Como miembro del club de las 5 a. m., mis mañanas comienzan con la salida del sol y lo primero que hago es hidratarme. Para mí es fundamental comenzar el día con 500 ml de agua filtrada mezclada con electrolitos, Root & Renew Daily Greens y calostro. A esto lo llamo mi cóctel matutino.
Esta combinación no solo aumenta mi vitalidad, sino que también fortalece mi sistema inmunológico y digestivo, a la vez que contribuye a una piel radiante y saludable. Este paso simple pero crucial rehidrata mi cuerpo después de una noche de descanso, activa mi metabolismo y me prepara para las tareas del día. Descubrí que soy una persona mañanera por naturaleza. Hay algo en despertarme temprano que realmente me encanta, pero esto no sería posible si no le diera prioridad a acostarme temprano.
Si bien recomiendo una rutina matutina que te resulte familiar, es importante recordar que estas rutinas no necesariamente tienen que comenzar a las 5 a. m. El objetivo de una rutina matutina debe ser mejorar tu día, no convertirse en una tarea que te dé miedo.
Conectarse con la Tierra
A continuación, salgo a sumergirme en la naturaleza. Aprovecho el poder de la tierra para caminar descalza sobre el césped, una práctica que disfruto especialmente durante mi estancia en California. Sin embargo, cuando vivo en Madrid, este aspecto de mi rutina se convierte en tomar el sol por la mañana, lo que me proporciona un aporte vital de vitamina D.
El simple hecho de estar al aire libre, ya sea sintiendo la tierra bajo mis pies o disfrutando de los rayos del sol, es increíblemente estimulante. Esta práctica, conocida comúnmente como "conexión a tierra", es famosa por su capacidad para reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general.
El diario de cinco minutos es una de mis herramientas favoritas. |
Establece tu intención
Reconozco que no todas las mañanas transcurren según lo planeado, pero el acto de establecer una intención positiva cada mañana sigue siendo una constante. Esta mentalidad me ayuda a mantenerme alineada con mis objetivos y a mantener una actitud positiva, independientemente de los giros inesperados del día.
Ponte en movimiento
El movimiento es una piedra angular de mi rutina matutina. Salgo a caminar al aire libre o hago yoga bajo el sol de la mañana, o a veces opto por una sesión guiada a través de mi aplicación de mindfulness favorita, Open , que se centra en un flujo de yoga que aumenta la producción de óxido nítrico en el cuerpo. Esta molécula desempeña un papel crucial en la salud vascular y los niveles de energía. Mi elección de yoga no solo mejora la flexibilidad física, sino que también centra mi mente, preparándome para los desafíos del día.
Date un chapuzón
Después de mi sesión de movimiento intencional, adopto la vigorizante práctica de la terapia de frío. Alterno entre un baño frío (cuando está disponible) y una ducha fría. Esta práctica es conocida por estimular la circulación, reducir la inflamación muscular y mejorar la claridad mental. Después del baño, establezco intenciones positivas para el día, creando una mentalidad orientada hacia la productividad y la positividad.
Descanse su sistema digestivo
Soy partidario del ayuno intermitente, un concepto que he explorado extensamente a través de las enseñanzas del Dr. Andrew Huberman y el Dr. Peter Attia. Al retrasar mi primera comida hasta alrededor de las 11 a. m., le doy tiempo a mi sistema digestivo para descansar, lo que se cree que tiene numerosos beneficios para la salud, incluido un mejor metabolismo y mayores niveles de energía.
Nutrirse
Cuando rompo mi ayuno, siempre le doy prioridad a los alimentos ricos en nutrientes que marcan la pauta para un día saludable y lleno de energía. Mi día comienza con el cóctel matutino que mencioné antes, pero es mi primera comida sólida la que realmente sustenta mi enfoque nutricional. Me concentro en crear un plato equilibrado y rico en proteínas que no solo sacie mi hambre, sino que también favorezca mi bienestar general.
Por ejemplo, una de mis comidas favoritas es un abundante plato lleno de ensaladas de hojas verdes vibrantes, cubierto con salmón al horno perfecto . Esta combinación no solo ofrece un gran equilibrio de proteínas y grasas saludables, sino que también proporciona una variedad de vitaminas y minerales cruciales para las necesidades diarias de mi cuerpo. Los sabores son refrescantes y los nutrientes de las hojas verdes y el salmón trabajan en armonía para mantener estables mis niveles de azúcar en sangre, lo que a su vez me ayuda a mantener un estado de ánimo estable y una energía constante durante todo el día.
Otros días, puedo optar por un batido verde acompañado de un bol de requesón. Esta comida es una maravillosa combinación de verduras de hoja, frutas y la cremosidad del requesón, que proporciona una ingesta equilibrada de fibra, proteínas y micronutrientes esenciales. Es una opción más ligera, pero increíblemente saciante y perfecta para los días en los que necesito algo rápido y nutritivo.
Otro de mis platos favoritos es el pudín de semillas de chía . Es un plato sencillo pero versátil que me encanta preparar. Las semillas de chía, repletas de ácidos grasos omega-3 y fibra, son un ingrediente potente. A menudo personalizo el pudín con diferentes aderezos, como bayas frescas, nueces o un chorrito de miel para agregarle dulzura natural. Esta comida no solo es deliciosa para el paladar, sino que también me mantiene llena y concentrada, lo cual es esencial para mis mañanas ajetreadas.
Cada una de estas comidas desempeña un papel fundamental en mi régimen alimentario. Son más que un simple alimento; son el combustible que nutre mi cuerpo, mi mente y mi alma. Al elegir comidas que sean ricas en nutrientes y saciantes, me aseguro de estar en el camino correcto para mantener una dieta equilibrada, que es parte integral de mi filosofía de salud y bienestar general.
Tómate micro descansos
En el ajetreo de la vida diaria, es fácil dejarse llevar por un flujo continuo de tareas y responsabilidades. Por eso, a lo largo del día, me comprometo a practicar lo que predico sobre la importancia vital de tomar descansos regulares. Para asegurarme de ser fiel a este principio, programo una alarma cada hora como recordatorio para hacer una pausa y realizar una sesión corta pero efectiva de ejercicios de respiración en caja. Esta práctica no es solo un breve respiro del trabajo; es una piedra angular de mi productividad y bienestar.
Estos microdescansos, como me gusta llamarlos, son más que simples pausas: son momentos de reinicio intencional para mi mente y mi cuerpo. Durante estos descansos, la sencilla pero poderosa técnica de la respiración en forma de caja me ayuda a volver a concentrarme y a desestresarme. Al inhalar, contener, exhalar y hacer pausas durante la misma cantidad de tiempo, le aporto una sensación de equilibrio y calma a mi día, que de otro modo sería ajetreado. Esta práctica es crucial no solo para mantener mi concentración, sino también para reducir significativamente los niveles de estrés, lo que me permite abordar cada una de mis tareas con energía y eficiencia renovadas. Este ritmo de trabajo y descanso, de flujo y reflujo, es lo que me mantiene con los pies en la tierra y soy eficaz en todos mis esfuerzos.
Incorporar estos ocho pasos a su rutina matutina no solo podría mejorar su bienestar físico, sino también mejorar su claridad mental y estabilidad emocional, estableciendo un tono positivo para el resto del día.